por Profesores y directores escolares de Atacama expresaron su preocupación y decepción ante la falta de avances en los establecimientos educacionales gestionados por el Servicio Local de Educación Pública (SLEP), a pesar de las promesas del Gobierno en materia de infraestructura.
En septiembre de 2023, los docentes realizaron una paralización que duró 83 días, denunciando condiciones precarias que afectaban su labor, como la necesidad de reparación de baños, reemplazo de extintores, contratación de especialistas para el programa de integración escolar y otras inversiones esenciales.
Esta movilización tuvo un impacto significativo en el año escolar y en el rendimiento de los estudiantes locales, registrando el promedio PAES más bajo a nivel nacional. Aunque el paro se levantó después de una reunión con el Ministerio de Educación, donde se comprometieron a garantizar condiciones adecuadas, los profesionales indican que las obras prometidas no se han materializado a dos semanas de iniciar el nuevo año académico.
Carlos Rodríguez, presidente del Colegio de Profesores de Atacama, afirmó: «No se descarta ninguna forma de presión, pero estamos apostando a que las autoridades no le fallen a las comunidades educativas. Tienen que cumplir, sería una crisis mucho más profunda si los compromisos no se cumplieran».
Desde el Gobierno, la ministra de Educación subrogante, Alejandra Arratia, aseguró que están trabajando para cumplir con lo comprometido, con obras en ejecución y avances en aseo industrial, limpieza de plagas y reposición de materiales.
Cecilia Brito, directora del SLEP de Atacama, informó que se ejecutaron obras de mantenimiento en 43 establecimientos y se contrataron empresas de aseo para llevar a cabo la limpieza, el retiro de escombros y la extracción de desechos, en colaboración con los municipios. Sin embargo, la incertidumbre persiste entre la comunidad educativa sobre la normalidad del año académico. La situación está siendo monitoreada de cerca, y se espera que las autoridades cumplan con los compromisos adquiridos para evitar una crisis más profunda en la educación en Atacama.
