19 septiembre, 2024

Chile: Democracia ante todo

Por Sofía Vargas Roberts, seremi de Gobierno de Atacama
El compromiso del Gobierno es por la democracia. Su compromiso es irrestricto y sin
importar los colores, toda vez que el autoritarismo es una forma de organizar la vida política
y social irrespetando la diversidad y el pluralismo que caracteriza a las sociedades
complejas y modernas. Por ello es que, al menos desde nuestro Gobierno, condenamos el
Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 que interrumpió la vida democrática del
país, y que sirvió de punto de partida para las peores violaciones a los Derechos Humanos
de nuestra historia.
Nuestro Gobierno defenderá que la autodeterminación del pueblo -lo que se expresa en las
urnas- y el respeto a la institucionalidad vigente es fundamental para la convivencia pacífica
de las personas que viven en nuestro país, dejando en claro el compromiso con los
Derechos Humanos, para que así cada ciudadano viva en libertad y pueda construir su
proyecto de vida con plena seguridad de no ser perseguido por sus ideas ni verse expuesto
a la vulneración de su integridad.
No podemos olvidar que en Chile se cometieron atrocidades que, si bien son de otro tiempo,
siguen marcando nuestra vida en sociedad de las más diversas maneras. Muchas de ellas
aún hoy son justificadas por algunos en aras de la “libertad”, un concepto que se antoja
vacío cuando se erige sobre la sangre derramada de miles de chilenas y chilenos, sobre la
tortura, la detención arbitraria, la prisión, el destierro y el silenciamiento de quienes se
atreven a expresar su disenso ante el poder abusivo. Por ello es que resulta más necesario
que nunca avanzar en un sincero reconocimiento de lo sucedido en Chile, un verdadero
imperativo en atención a la irrupción de narrativas nostálgicas que relativizan lo sucedido en
Chile.
Este ejercicio de memoria y reconocimiento propiciará la maduración de nuestra vida
política ya que contribuirá a promover el respeto a quienes piensan distinto. No nos
confundamos: sólo quienes deploran el terror de los 17 años que duró la dictadura
encabezada por Augusto Pinochet tienen la legitimidad moral para fustigar a quienes
aplastan a sus opositores en otras latitudes.
En estas fechas no podemos sino recordar la importancia de la democracia como el espacio
en que podemos expresar nuestras distintas visiones de país y voluntades. Sólo en
democracia el pueblo podrá expresar soberanamente su voluntad y llegar al desarrollo, que
es lo que chilenas y chilenos queremos para nuestra Patria.

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