En marzo de 2025 se cumplen 10 años del devastador aluvión que golpeó a la Región de
Atacama en 2015, dejando a su paso destrucción, pérdidas humanas y profundas heridas
en la comunidad. Este evento hidrometeorológico extremo marcó un antes y un después
para la región, y el Ministerio de Obras Públicas (MOP) se erigió como un pilar esencial en
los esfuerzos de reconstrucción y en la implementación de medidas para prevenir futuras
tragedias.
Un despliegue inmediato y comprometido
Desde el primer momento, el MOP en Atacama asumió el desafío monumental de la
recuperación. Equipos de todas las direcciones, sin importar cargos ni roles, se
movilizaron por toda la región para restablecer la conectividad y brindar apoyo donde más
se necesitaba. Su compromiso permitió no solo reparar caminos y puentes, sino también
devolver la esperanza a comunidades aisladas.
La Dirección Regional de Vialidad, en particular, desempeñó un papel clave en la
rehabilitación de la infraestructura vial. Las labores de despeje de rutas, reparación de
puentes y restauración de caminos garantizaron la reconexión de sectores vitales,
facilitando el transporte de personas, bienes y servicios esenciales. Este trabajo no solo
fue fundamental para la reactivación de la vida cotidiana, sino también para reforzar la
seguridad vial frente a futuros eventos climáticos.
Reconstrucción y resiliencia: una década de avances
El actual Seremi del MOP en Atacama, Mauricio Guaita Juantok, destacó el
compromiso sostenido del ministerio, “desde 2015, hemos impulsado una importante
cartera de proyectos enfocados en la conservación de cauces, la construcción de obras
fluviales y de control aluvional, y la modernización de la red de estaciones fluviométricas.
Estas iniciativas han sido esenciales para proteger a las comunidades y fortalecer la
resiliencia de la región frente a nuevos eventos aluvionales”.
Por su parte el Director de Obras Hidráulicas, Luis Verdugo Cerón, subrayó la
magnitud de las inversiones realizadas. “En la última década, hemos destinado más de
M$94.900 millones a la región, con hitos clave en 2017 y 2024, años en los que se
abordaron los efectos del aluvión de 2015 y nuevos eventos hidrometeorológicos. A modo
de ejemplo, en el año 2017 la inversión alcanzó los M$14.130 millones debido a la
necesidad de abordar los efectos del aluvión de 2015 y el nuevo evento ocurrido en mayo
de ese mismo año. Mientras que solo en 2024, alcanzamos una inversión récord de
M$16.700 millones, enfocada principalmente en obras de control aluvional en la Quebrada
de Paipote (Copiapó) y el inicio de intervenciones en el Río Salado (Chañaral)”.
Obras que marcan la diferencia
Entre los proyectos más emblemáticos se encuentran las intervenciones en las cuencas
de los Ríos Copiapó, Salado, Paipote, El Carmen y Tránsito. Estas obras han fortalecido
la infraestructura hidráulica de la región, protegiendo a comunidades vulnerables y
reduciendo los riesgos asociados a futuros desastres naturales.
“Para el período 2022-2025, la DOH ha destinado más de M$35.000 millones a la
ejecución de obras clave en las cuencas afectadas por los aluviones. De concretarse la
inversión proyectada para 2025, el monto total alcanzaría una inversión acumulada de
M$54.000 millones, representando un aumento de más del 80% respecto al período 2018-
2021. Este esfuerzo refleja el compromiso del MOP en la protección de la ciudadanía y
desarrollo sostenible de Atacama”, destacó Verdugo.
“Algunos de los proyectos más relevantes incluyen la construcción de obras fluviales y de
control aluvional en la Quebrada de Paipote y el Río Salado, que son parte de los diseños
de ingeniería desarrollados tras el aluvión de 2015, y que cuentan con su resolución de
calificación ambiental (RCA). Estas obras buscan mejorar la resiliencia de las zonas
afectadas y mitigar los riesgos asociados a futuros eventos aluvionales.”
Por su parte el Director de la DGA Atacama, Rodrigo Sáez Gutiérrez, informó, “en
relación al monitoreo meteorológico y fluviométrico, que resultan clave para efectos de
anticiparse a los fenómenos hidrometeorológicos extremos, cabe relevar el significativo
aumento del sistema de estaciones de monitoreo que, el año 2015 contaba solo con un
punto habilitado mediante transmisión de datos hidrométricos por red celular. Hoy,
tenemos en la Región de Atacama una robusta red de monitoreo que presenta a
disposición de la ciudadanía un total de 76 estaciones, todas con transmisión satelital, lo
que significa un aumento de mediciones en línea de un 7.600%, evidenciando un esfuerzo
robusto para anticiparse a los fenómenos climáticos”.
Así mismo, la Directora Regional de Aeropuertos MOP (DAP), Angélica Munizaga,
señaló, “la Dirección de Aeropuertos ha venido realizando un trabajo constante para
fortalecer el puente aéreo de emergencias en la Región de la Atacama, manteniendo
actualizado los planes de conservación de la Red aeroportuaria. Prueba de ello es el plan
nacional de puntos de posada para helicópteros impulsado por nuestra Ministra de Obras
Públicas, también el aumento de nuestra Red de Aeródromos Públicos, como lo es la
reciente incorporación del Aeródromo el Gran Cañón ubicado en la localidad de Carrizal
bajo, que viene a fortalecer la conectividad aérea en el borde costero de la Provincia del
Huasco, asimismo la construcción de Puntos de Posada para Helicópteros en distintas
comunas de la región como lo son: las Comunas de Chañaral, Caldera, Copiapó,
Huasco, Alto del Carmen. Y los que se proyectan a futuro, en la localidad de El Salado en
Chañaral y Los Loros en la Comuna de Tierra Amarilla. Importantes iniciativas que
disminuyen las brechas de aislamiento y proporcionan mayor seguridad a los habitantes
de dichas comunas”.
Finalmente, el Seremi del MOP concluyó con un mensaje enfático, “El MOP Atacama
seguirá trabajando con determinación para mejorar la infraestructura, implementar
medidas preventivas y salvaguardar a las comunidades de la región. Nuestra misión no
solo es reconstruir, sino construir un futuro más seguro y resiliente para todos los
habitantes de Atacama”.